Al final de la Unión Soviética, un joven soviético que frecuentaba los cenáculos disidentes de Moscú a pesar de tener un padre oficial en los servicios de inteligencia, publicó sus primeras reflexiones fuertemente influido por el alemán Herman Wirth. Los misterios de Eurasia le valieron al autor, Alekansdr Duguin, algunos problemas con la KGB, luego notoriedad. En 1996, el candidato comunista a las elecciones presidenciales, Gennady Zyuganov, se refirió explícitamente a ellas.
Los misterios de Eurasia ya están disponibles gracias a las excelentes ediciones Ars Magna en su colección «Heartland». El libro dedica un espacio considerable al simbolismo, el estudio de las runas rusas, la escatología cristiana ortodoxa y el esoterismo. Sin embargo, la política y la geopolítica nunca están lejos con Alexandre Douguine quien, a partir de este momento, se adhirió a un balbuceante neoeurasismo. ¿No ve en «Genghis Khan, el restaurador del Imperio eurasiático»? Basado en la investigación de los tradicionalistas Guénon, Evola y Georgel, explica que «Siberia siempre ha permanecido oculta, desconocida y misteriosa a lo largo de la historia, como si estuviera bajo la protección de una fuerza especial del destino, de un arcángel desconocido».
A través de mil fuertes lazos geosimbólicos, Siberia pertenece a la civilización rusa tradicional cuyas raíces se remontan al pasado más remoto. «El norte de Eurasia, la mayor parte de la cual está ocupada por Rusia», señala Duguin, «es por lo tanto Hiperbórea en el verdadero sentido del término, y es este nombre el que mejor se adapta a Rusia en el contexto de la geografía sagrada». Por otro lado, «América encarna el Ocaso del Mundo, en particular los Estados Unidos, este país verde, esta tierra de peregrinaje de las almas difuntas». «Es muy revelador», continúa Aleksandr Duguin, «que los estadounidenses fueran los primeros en caminar sobre la luna donde, según varias tradiciones arcaicas, moran las almas de los antepasados».
Por lo tanto, el autor define a Rusia como un país separado. Debe permanecer fiel a su vocación imperial, de ahí su «patriotismo místico» que trasciende las nacionalidades, etnias y religiones presentes en su suelo. Concluye sobre la necesidad de «formar una alianza sagrada con aquellos países y naciones del Este que luchan por la autarquía geopolítica y la restauración de los valores tradicionales contra el mundo moderno y el atlantismo, la agresión americana». ¡Una obra juvenil con un poderoso aliento místico!
Fuente: Euro-Synergies
Aleksandr Duguin: Les mystères de l’Eurasie. Ars Magna (Abril de 2018)
Nacido en 1970, Georges Feltin-Tracol es colaborador de la revista Synthèse nationale y de los Cahiers d’Histoire du Nationalisme. Colabora en la actualidad con Radio Méridien Zéro. Es autor de más de una decena de ensayos.
