En Google, «regreso a la escuela» rima con «reeducar». El gigante digital estadounidense acaba de lanzar una serie de cursos de formación para sus empleados. Y, francamente, no es para mejorar sus habilidades geek. No, la urgencia de Google no es evitar la competencia de la tecnología china sino reeducar a sus empleados para que sean «compatibles con el despertar woke».
Fue Christopher Rufo, periodista conservador y fundador del medio de comunicación City Journal, quien reveló la existencia de estas formaciones en su cuenta de Twitter a principios de septiembre.
El programa: conferencias sobre la teoría del racismo sistémico dirigidas por dos profetas estrellados del antirracismo racialista.
Como cabeza de cartel, Nikole Hannah-Jones, una periodista activista del New York Times a cargo de contenidos sobre la injusticia racial, expuso su opinión sobre la historia en el Proyecto 1619. El proyecto, lanzado en 2019 por la activista y el periódico progresista, quiere «replantear la historia de Estados Unidos» colocando la esclavitud y el racismo contra los estadounidenses negros en el centro mismo de la narrativa nacional.
Para Nikole Hannah-Jones, la consecuencia de este cambio de paradigma es drástica: «Si eres blanco en este país, tienes que entender que, independientemente de si eres personalmente racista o no o si adoptas un comportamiento racista o no, te beneficias de un sistema de 350 años de supremacía blanca y jerarquía racial. En otras palabras, el hombre estadounidense blanco, incluso si se llama a sí mismo antirracista, es un racista que se ignora a sí mismo. ¿Por qué? Porque ha sido formateado desde la infancia por esta cultura racista inherente a Occidente, culpable de generar discriminación racial y sexista en beneficio del privilegio blanco».
Esto también lo explica el otro gurú invitado a hablar: el destacado Ibram X. Kendi, autor de un manual de radicalismo militante que se ha convertido en un éxito de ventas: ¿Cómo ser un antirracista?. Detrás de las rastas de Bob Marley y su mostrada frialdad se esconde un formidable ideólogo que quiere reeducar desde la cuna. Porque «ser criado en los Estados Unidos es ser criado para ser racista» y «entre los tres y seis meses nuestros niños pequeños comienzan a entender la raza y a distinguir la raza». Kendi acaba de firmar un contrato con Netflix para adaptar, a través de pequeños videos animados y musicales, su último libro Bebé Antirracista, un álbum ilustrado dirigido a niños de 0 a 3 años.
Según Rufo, en mayo pasado, Disney también lanzó un «programa de diversidad e inclusión» llamado Reimagine Tomorrow que requería que sus empleados completaran una «lista de verificación de privilegios blancos».
Vigilar, expiar y reeducar, tal es el tríptico de este nuevo fanático antirracismo. Una vergüenza para un país como Estados Unidos que ha atraído e integrado talentos de todo el mundo.
Fuente: Boulevard Voltaire
