El ex-presidente estadounidense y actual candidato republicano resultó herido leve por arma de fuego el sábado en un mitin en Butler, un municipio rural de Pensilvania. Un transeúnte murió y otros dos resultaron gravemente heridos. El presunto autor de los disparos fue abatido por la policía.
Tras su evacuación, Donald Trump dijo en las redes sociales que había recibido un disparo en el oído derecho. «Inmediatamente supe que algo iba mal, oí un silbido, disparos, e inmediatamente sentí la bala desgarrar la piel», dijo. «Había mucha hemorragia, así que me di cuenta de lo que estaba pasando». El ex presidente dio el pésame a la familia de la persona asesinada por el pistolero.
Según el análisis del New York Times, ocho disparos fueron efectuados por un individuo que se encontraba en la azotea de un edificio cercano al lugar donde se encontraba Donald Trump. Un testigo declaró a la BBC que intentó avisar a la policía tras ver a un hombre armado unos minutos antes de que se produjeran los disparos. «Tenía una pistola, pudimos ver claramente una pistola. Le estábamos apuntando, la policía estaba allí… decíamos: Eh, hay un tipo en el tejado con una pistola… y la policía no sabía qué estaba pasando».
El testigo dijo que pensaba que la policía probablemente no podía ver al tirador debido a la inclinación del tejado. «Estaba pensando: Por qué sigue hablando Trump, por qué no lo han retirado del lugar… y de repente suenan cinco disparos», añadió.
Se cree que el presunto autor de los disparos es Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años que vivía en Pensilvania, a una hora en coche del lugar del tiroteo. El FBI dijo que estaba trabajando para determinar el motivo del ataque. Según los registros del censo electoral del estado, Crooks fue identificado como republicano. La agencia de noticias Reuters informa, sin embargo, de que a los 17 años Crooks donó 15 dólares a ActBlue, un comité de acción política que recauda dinero para políticos demócratas y de izquierdas, según una presentación de 2021 ante la Comisión Federal Electoral.
Aunque todavía se desconoce el motivo del tirador, los partidarios de Donald Trump se apresuraron a señalar con el dedo la retórica utilizada por Joe Biden y los demócratas para presentar al candidato republicano como una amenaza para la democracia y el país. «Hoy, esto no es un incidente aislado», dijo en X (antes Twitter) James David Vance, senador republicano por Ohio y posible candidato a la vicepresidencia de Trump. «La premisa central de la campaña de Trump es que es una amenaza para la democracia y el país. La premisa central de la campaña de Biden es que el presidente Donald Trump es un fascista autoritario al que hay que detener a toda costa», añadió. Esta retórica condujo directamente al intento de asesinato del presidente Trump.
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Un periodista del Wall Street Journal que se encontraba en el mitin de Butler declaró haber oído a un hombre gritar «¡Es culpa vuestra!» a los medios de comunicación cuando la multitud empezaba a evacuar el lugar tras la neutralización del pistolero. Otros partidarios del ex-presidente también gritaron improperios a los periodistas.
El intento de asesinato de Donald Trump es una escalada muy grave. Se inscribe en un contexto político estadounidense profundamente degradado y podría desencadenar un ciclo de violencia entre los partidarios de los dos bandos, acostumbrados desde hace tiempo a verse no como adversarios, sino como enemigos irreconciliables.
Sea cual sea el motivo del tirador, este suceso debería llevar a los medios de comunicación y a los políticos de todos los bandos a hacerse preguntas. La criminalización sistemática del adversario, la transformación de los debates en acusaciones y de la campaña presidencial en juicios, son excesos que socavan la democracia estadounidense y bien podrían acabar destruyéndola.
Nota: Cortesía de Boulevard Voltaire
Frédéric Lassez es cronista en Boulevard Voltaire. Doctor en filosofía y derecho, es jurista en el ámbito del derecho privado.