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La diplomacia entre el Vaticano y Rusia es más difícil de lo que esperaba el Papa Francisco


Matthieu Chevallier | 11/05/2022

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El pasado martes 3 de mayo, el Papa Francisco concedió una entrevista al diario italiano Corriere della Sera, donde manifestó su deseo de reunirse con Vladímir Putin para promover la paz. También afirmó que Occidente había «provocado» o al menos «facilitado» la ira de Vladímir Putin por «la OTAN ladrando a las puertas de Rusia». Palabras que no siempre han sido bien entendidas, incluso entre los católicos.

Como explica a Boulevard Voltaire Christophe Dickès, periodista especializado en la Santa Sede, el Papa aplica el «principio de la diplomacia de señal débil: siempre trata de trabajar por la comprensión y la paz, y ese es precisamente su papel en la escena internacional. La voluntad fundamental del Papa es hacer todo lo posible para detener la guerra. Quería mantener las líneas de discusión con Rusia y Ucrania con miras a las negociaciones de paz».

Jean-Marie Guénois, especialista en cuestiones religiosas de Le Figaro, lo confirma a Boulevard Voltaire: «La diplomacia vaticana no tiene otro camino que ofrecer mediación para los debates con miras a la paz. Aunque el Papa nunca ha dejado de denunciar las exacciones de la guerra, en particular sobre las poblaciones civiles, tuvo cuidado de no designar a un agresor en el conflicto para dejar abierta la puerta del diálogo». «La petición de un encuentro simbólico con Vladímir Putin en Moscú iba en este sentido, sobre todo porque la diplomacia vaticana ya había expresado esta propuesta a mediados de marzo, pero no públicamente, un mes después del estallido del conflicto», prosigue.

Ante la ausencia de una respuesta de Rusia, el Papa quiso utilizar esta entrevista con el diario italiano para hacer esta propuesta de encuentro, pero le salió mal por dos motivos. Al patriarca de Moscú, Cirilo, le pareció fuera de lugar que el Papa utilizase declaraciones de su conversación privada, y el gobierno ruso considera que un encuentro de este tipo no se solicita a través de la prensa sino por la vía diplomática. Quizás esto fue un pretexto para rechazar la propuesta del Papa, pero expresa claramente una negativa por parte del jefe del Kremlin a reunirse con el Papa Francisco.

Para Jean-Marie Guénois, se trata de un «gran error» del soberano pontífice, porque «perdió, con este asunto, parte de su credibilidad pero también la posibilidad de diálogo con los rusos. El Vaticano busca terminar la guerra lo más rápido posible, y ese es su papel. Pero ahí, el Papa quiso ir un poco apurado».

¿El diálogo con Rusia corre peligro de quedar definitivamente cortado? «No creo que el diálogo pueda reanudarse por el momento, porque Putin no tiene ningún interés ni deseo de incluir al Vaticano en la gestión de sus asuntos», afirma el periodista de Le Figaro, antes de recordar que Rusia es tierra ortodoxa, y que pedir ayuda a la diplomacia vaticana «ni siquiera es concebible para la Iglesia ortodoxa».

Fuente: Boulevard Voltaire