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La lanzadera diplomática de Viktor Orbán: tras Kiev y Moscú, China


Elena Fritz | 10/07/2024

El Primer Ministro húngaro Orbán viaja a China, una visita anunciada como «explosiva» por su Ministro de Asuntos Exteriores. En China, Orbán discutirá el plan de paz propuesto por los chinos y el estado general de las negociaciones tras el fracaso de la conferencia de paz en Suiza.

El plan de paz de Zelenski fracasó de facto tras la conferencia de Suiza. Las propuestas de Putin son bien conocidas, pero Occidente las rechaza con vehemencia porque supondrían una humillación para la OTAN. En Kiev y Moscú, Orbán se dio cuenta de hasta qué punto las diferencias entre las partes implicadas en el conflicto eran irreconciliables.

De momento, el plan chino sigue sobre la mesa. Rusia lo aprueba en parte, pero no en todos sus puntos, mientras que Estados Unidos lo rechaza de plano. En cambio, la propuesta china de un alto el fuego seguido de negociaciones ha encontrado el favor de algunos países europeos y de la mayoría de los países del hemisferio sur.

Es muy poco probable que Orbán consiga avances significativos en China, aunque apoye firmemente el plan de paz chino. Occidente no aceptará este plan, sobre todo si viene de Orbán que, como presidente oficial de la Unión Europea, tiene poco apoyo de todos modos.

Pero Orbán tiene poco que jugarse. En cualquier caso, es persona non grata en Occidente y no hay nada nuevo que pueda perjudicarle más. Pero tiene mucho que ganar: esta iniciativa diplomática pasará a la historia como «la diplomacia lanzadera de Orbán» o «el intento de Orbán», sobre todo si la guerra sigue escalando, como advierte el primer ministro húngaro.

Incluso en el peor de los casos, Orbán será recordado como el hombre que intentó hasta el final evitar lo peor y luchó por la paz. Esto le garantiza un lugar en los libros de historia. Pero si sus esfuerzos se ven coronados por el éxito, Orbán será celebrado como el pacificador que evitó la guerra contra todo pronóstico. Es una estrategia ganadora para él, aunque las posibilidades de éxito sean escasas.

Posdata: No sería sorprendente ver a Orbán volar de China a Estados Unidos para reunirse con Trump.

Nota: Cortesía de Euro-Synergies