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Liberalismo 2.0: el liberalismo 2.0 y la Cuarta Teoría Política


Aleksandr Duguin | 24/05/2021

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Las últimas líneas de este escrito las dedicaremos a reflexionar sobre la Cuarta Teoría Política y su desarrollo dentro del contexto ideológico actual. La Cuarta Teoría Política se opone a todas las distintas tendencias que existen dentro de la Modernidad, y en general está en contra de la Modernidad como tal.

Sin embargo, la Cuarta Teoría Política tiene en cuenta que la Primera Teoría Política ha triunfado sobre todos sus rivales y, por lo tanto, ahora mismo reclama ser la única heredera verdadera del espíritu de la Modernidad (la Aufklärung), por lo que la Cuarta Teoría Política se declara abierta y radicalmente antiliberal. Ahora bien, podemos considerar que el nacional-bolchevismo fue la primerareflexión ideológica y político-filosófica que entendió la profundidad metafísica de la victoria final del liberalismo sobre el comunismo en 1991. Por lo tanto, podemos decir que la Cuarta Teoría Política es la continuación de esta reflexión. Pero su principal diferencia radica en que la Cuarta Teoría Política consiste en un rechazo radical del bolchevismo, el nacionalismo o cualquiera otra clase de mezcla que se pueda hacer entre ambas teorías como una especie de alternativa positiva para enfrentar el triunfo global del liberalismo.

Todo eso se debe a que la Cuarta Teoría Política es radicalmente anti-moderna, ya que ella misma fórmula de una manera mucho más clara sus principios básicos y no renuncia a este compromiso incluso al involucrarse con las estructuras políticas existentes, ya sean estas de derecha o de izquierda. Tanto el populismo antiliberal de derecha como el populismo de izquierda son incapaces de conseguir una verdadera victoria sobre el liberalismo. Para conseguir algo semejante es necesario unir a la izquierda antiliberal con la derecha antiliberal. Pero las élites liberales siempre están bastante atentas a este proceso y siempre intentaran prevenir por todos los medios que esto suceda. La miopía política en la que siguen enfrascados los representantes y grupos de extrema izquierda y extrema derecha solo contribuye al trabajo de los liberales.

Por lo tanto, después haber luchado ideológicamente durante 30 años, puedo decir claramente que ha llegado el momento de superar el nacional-bolchevismo y pasar directamente a la Cuarta Teoría Política, rechazando tajantemente cualquier clase de socialismo y nacionalismo y sosteniendo por el contrario una forma de organización política anti-moderna. Hoy en día resulta muy difícil unir a las bastante débiles y decadentes izquierda y derecha, por lo que sería mejor empezar desde cero y construir la Cuarta Teoría Política como una ideología totalmente independiente y abiertamente anti-moderna. No obstante, no debemos ignorar el evidente y creciente abismo que esta separando cada vez más al liberalismo 1.0 del liberalismo 2.0. Parece que la purga que sucederá al interior de la Modernidad y la Postmodernidad va a conducir de ahora en adelante a un castigo bastante brutal y a la excomunión total de toda una clase política: las víctimas serán en esta ocasión los mismos liberales, o al menos todos aquellos que no se identifican con el proyecto de la Gran Reconstrucción promovido por Biden-Soros.

En pocas palabras, serán condenados al exilio quienes se nieguen a aceptar la desaparición de la antigua humanidad, del individuo, la libertad o la economía de mercado. El liberalismo 2.0 no tiene lugar para esas cosas. Esta nueva forma de liberalismo es ahora post-humanista y cualquiera que se oponga a sus designios hará parte de ahora en delante de los enemigos de la «sociedad abierta». Ya han transcurrido varias décadas desde que inició este proceso, pero hasta ahora nos sentimos bastante cómodos frente a toda esta situación. Pero a partir de ahora se les debe dar la bienvenida al infierno a los recién llegados. Todos los partidarios de Trump o del Partido Republicano serán considerados como peligros potenciales, exactamente como todos los que nos hemos opuesto a este proyecto lo hemos sido durante mucho tiempo.

Es necesario que aclaremos antes algo. El hecho de que insistamos en la superación del nacional-bolchevismo no significa que queramos obtener la aceptación de los liberales. Lo que sucede es que deseamos que nuestra posición sea mucho más consistente con nuestros profundos principios anti-modernos. Sin embargo, esta superación, ahora que nos encontramos en un proceso de transición del liberalismo 1.0 al liberalismo 2.0, podría tener algunas connotaciones prácticas interesantes.

Los liberales 1.0 deben comprender que la Cuarta Teoría Política identifica como su principal enemigo ideológico la realidad que ellos odian y por la cual sufren ahora. Tanto el trumpismo como el liberalismo individualista de cuño humanista se encuentran bajo ataque. Para los seguidores de Soros y Biden este liberalismo es casi idénticos al nacional-bolchevismo, etc. Por esa razón no los distinguen el uno del otro. Todos ellos son considerados enemigos de la Sociedad Abierta y eso no se puede cambiar. Así que debemos tener en cuenta que los liberales 1.0 ya no son considerados como ciudadanos defensores del statu quo capitalista. Los liberales 1.0 están siendo enviados y exiliados al mismo gueto político en que nos encontramos nosotros. No es necesario que nos hagamos amigos de los comunistas y nacionalistas que se encuentran en este gueto, especialmente si tenemos en cuenta que la Cuarta Teoría Política exige una revisión total del concepto mismo de la política en la Modernidad. Tampoco se trata de una visión nacional-bolchevique.

La Cuarta Teoría Política es antes que nada la batalla final entre la humanidad contra el liberalismo 2.0, o al menos eso es lo que plantea. Siempre se ha tratado de una revuelta contra el mundo moderno y en ese sentido se incluía al «nacionalismo» bajo una serie de condiciones determinadas. El mismo Evola ha explicado los alcances y los límites de este compromiso. Un compromiso igual de grande, y tal vez incluso más importante, fue el que hicimos al incluir en nuestro movimiento a ciertos elementos de la izquierda antiliberal, es decir, socialistas y comunistas, que fueran realmente contra-hegemónicos. Es tiempo de que demos un paso más allá: ha llegado la hora de dejar que los liberales 1.0 se unan a nuestras filas. Por lo que no es necesario que nos volvamos antiliberales, filocomunista o nacionalistas radicales. Nada de eso nos debe preocupar. Todos ellos pueden mantener sus viejos prejuicios y defenderlos tanto como lo deseen.

La Cuarta Teoría Política seguirá siendo una posición donde todo aquel que ame la libertad será bienvenido. Y esta libertad tiene que identificarse con la justicia social, el poder ser un patriota y el defender al Estado, la Iglesia, el pueblo, la familia y el permitirnos seguir siendo humano o dejar que otros se conviertan en otra cosa. La libertad ya no se encuentra del lado del liberalismo. El liberalismo 2.0 es enemigo de cualquier tipo de libertad. Y por lo tanto no debemos dejar que se nos arrebate la libertad, que es un principio sumamente grande, porque es la esencia del alma y del corazón humano. La libertad nos abre al camino hacia Dios, hacia la sacralidad y el amor.

Si la libertad ha de convertirse en un principio político, entonces de ahora en adelante debe ser nuestra más importante consigna.

Liberalismo 2.0

1. La nueva transformación del liberalismo
2. La victoria del liberalismo
3. El nacional-bolchevismo como concepto surgido de la victoria del liberalismo
4. El enemigo interno
5. Friedrich von Hayek, el comienzo
6. Karl Popper, el intermediario
7. George Soros, la culminación
8. Individuo y dividuo
9. El liberalismo 2.0 y la Cuarta Teoría Política

Fuente: La Cuarta Teoría Política