Como era de esperar, la «policía» autonómica catalana (insistimos, los Mossos y sus homólogos vascos de la Ertzaintza son cualquier cosa menos un cuerpo policial) ha suspendido la «Operación Jaula» sin detener a Carles Puigdemont, el ex-presidente de la Generalidad fugado de España desde 2017 y contra el que hay dictada una orden de detención.
Tras cuatro horas simulando buscar al prófugo, los Mossos han levantado los múltiples controles instalados en las salidas de Barcelona con el supuesto objetivo de localizar y detener a Puigdemont.
Por el momento, el único detenido ha sido, curiosamente, un mosso en cuyo vehículo particular se marchó con total tranquilidad Carles Puigdemont tras comparecer ante 2.500 independentistas en pleno centro de Barcelona, tal y como anunció hace días.
Ignacio Eguiluz es articulista.
