Destacados: Agenda 2030 | Libros | Ucrania | Vox

       

Artículos

Los sin Dios


José Antonio Bielsa Arbiol | 02/09/2020

 Nuevo libro de Santiago Prestel: Contra la democracia

Vienen en manada, por la calle de la Amargura y del Pecado, arrastrando su lepra inmunda. Vienen encadenados, blasfemando, escupiendo sobre la Sagrada Forma. Son los testaferros de Lucifer. Y son manadas.

Abrid los ojos y mirad a vuestro rededor. ¿Qué veis en este Occidente diezmado por la especulación y el consumismo, por el negocio de la guerra y la codicia de las mafias farmacéuticas? Todo lo más una horda indiferente de gentes que renegaron del Cristianismo, violentamente hostiles a la  Iglesia y a todo aquello que les recuerde al Cristo. Son los más. Y lo proclaman sin ningún rubor: «¡Somos los sin Dios!», braman sin hipérboles a mandíbula batiente, al tiempo que agitan las banderas de la desvergüenza befándose en el Sagrado Nombre del Señor y de su Santísima Madre, la Virgen María.

Los sin Dios están en alza; reinan en el mundo como dueños y señores de su destino. ¡Y viven!

Viven de espaldas a la Verdad, y como su mundo está cimentado sobre la más monstruosa de las mentiras, que es el fácil culto al propio ego, su poder de propagación es amplísimo.

Viven de espaldas al Dolor, puesto que su mentira está fundada sobre la moral hedonista más burda, y esa moral no es otra que el culto al propio bienestar, al goce desenfrenado, al placer desinhibido.

Viven de espaldas a Roma, ya que prefieren abrazar otras falsas creencias o filosofías que sa-tisfagan sus mezquinas ansías de satisfacción personal, lo que les conduce cual meros turistas sin po-sibles al budismo o al hinduismo, cuando no se hunden en el peligroso fraude de las sectas, del arco que va del manual de autoayuda «Nueva Era» a un satanismo lúdico y mamarracho. No, su horizonte vital no culmina en Roma, sino en Silicon Valley.

Viven, en definitiva, de espaldas a Dios Trino, al que niegan, cuestionan o trivializan con inaudita desfachatez y simplonería, fundando sus argumentos en creencias tan catastróficas y necias como ese ateísmo de andar por casa, que inunda nuestra miserable época de una montaña de libros fétidos y sectarios, apestosos engendros excretados por la canalla seudo-intelectual que domina en nuestros días –canalla que, tan pronto como hubo de llegar, será barrida en breve por el lodo del tiempo–: Richard Dawkins, Michel Onfray, Fernando Savater y un largo y tedioso etcétera de sumos sacerdotes de la Nada: los sin Dios, como decimos.

José Antonio Bielsa Arbiol: Satanocracia: La destrucción del Viejo Orden Cristiano. Letras Inquietas (Agosto de 2020)