El debate sobre la cuestión inmigratoria ha arreciado en Cataluña durante las últimas semanas. En primer lugar, se acusó a la alcaldesa de Ripoll, Silvia Orriols (Aliança Catalana), de retrasar al máximo legalmente permitido el empadronanmiento de inmigrantes ilegales en su municipio.
Orriols se defendió recordando que esta medida adoptada por su municipio se encuadra dentro del actual marco jurídico y que otros ayuntamientos de Cataluña gobernados por otras formaciones como Junts per Catalunya o Esquerra Republicana de Catalunya también lo hacían.
En comptes de preocupar-te pel padró de Ripoll, preocupa't pels furts que tens a Barcelona.
Cadascú a casa seu i Déu a la de tots, que diu la dita…#GovernemRipoll#SalvemCatalunya https://t.co/iZY21ahlCK
— Sílvia Orriols (@orriolsderipoll) January 23, 2024
Posteriormente, la ex-alcaldesa de Barcelona, la comunista Ada Colau, criticó a Silvia Orriols en una entrevista concedida a El Periódico. La líder de Aliança Catalana y primera edil de Ripoll culpabilizó a Colau de la grave situación de inseguridad que se vive en Barcelona tras el paso de la formación morada y sus socios en la alcaldía.
Como era de esperar, la polémica sobre el empadronamiento de migrantes se ha convertido en el principal tema de conversación entre los catalanes. Prueba de esto ha sido el discurso realizado por Jordi Martí, un vecino de la localidad costera de Calella, en una televisión municipal y que se ha hecho viral.
Sobre l'empadronaments:
"Controlar la gent que entre és normal, perque no podem atendre a tothom, és imposible, perquè no tenim capacitat, perquè el que estem fent és crear més pobresa encara amb els que hi ha i els que arriben. Parlar de això no és racisme"@orriolsderipoll https://t.co/sDO5n7aOwj pic.twitter.com/LRgo9jRcMA— calellenca (@calellencahu) January 24, 2024
En opinión de Jordi Martí, «no podemos empadronar a todo el mundo. Yo siempre digo lo mismo: tú tienes una comida para cinco personas y van diez. Bueno, pues repartimos. Pero si mañana te vienen cincuenta y luego treinta y cuatro mil, llega un momento que no puedes pasar por aquí. Alguna cosa hay que controlar».
«No podemos atender a todo el mundo», ha proseguido: «Es imposible, porque no tenemos capacidad, porque lo que estamos haciendo es crear más pobreza aún con los que hay y los que llegan. Hablar de esto no es racismo».
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