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La Hispanidad: el concepto civilizatorio e integrador que salvará a España


Ramiro Grau Morancho | 19/03/2020

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Ernesto Ladrón de Guevara no es en absoluto desconocido dentro del patriotismo. De los pocos que quedan, yo le adscribo al cuadro de honor de los héroes, pues tales son los que tienen el valor, la gallardía y el coraje de defender a España, en este caso, desde el País Vasco. Por ello, este alavés no necesita presentación alguna.

Su nuevo libro, titulado Nueva Defensa de la Hispanidad, viene a emular a mi tocayo, Ramiro de Maeztu, vilmente asesinado por el Frente Popular, con el acompañamiento coreográfico, en el papel de tontos útiles, de los socialistas españoles. Más o menos como ahora. Dios quiera que no tengamos que volver a reescribir esa historia aunque no lo descarto en absoluto, visto el cariz que va tomando todo, y como alguno, por poder figurar unos meses más, no tendría empacho alguno en vender a nuestra patria a trozos, tal y como ya está haciendo.

El libro, de pequeño tamaño y continente, tiene un gran contenido y no tiene nada que envidiar al de Ramiro de Maeztu. Dice Ernesto Ladrón de Guevara que «la Hispanidad como concepto civilizatorio e integrador es la salvación para España y los patriotas tenemos el deber de ponerla en valor, pero no por su valor instrumental, sino por su verdad intrínseca».

El autor parte de unos principios básicos, con los que coincido totalmente: «Uno: la nación española existe.Dos: las naciones fragmentarias en proceso de germinación que nacerán si nadie lo impide de la fragmentación de España no deben existir, porque perjudica al conjunto, incluidas ellas mismas. Tres: hay que favorecer la recuperación de la idea de la Hispanidad por nuestra supervivencia como comunidad hispana».

Como sigue exponiendo, «en el caso de la Hispanidad, junto a una cultura que es civilización nacida de las raíces cristianas y bajo el signo del catolicismo ecuménico, esa lengua, el español, ha construido un espacio de entendimiento entre millones de personas que forman parte de la misma realidad ontogénica. Son cientos de millones de personas, con 22 naciones formadas por la fragmentación de ese espacio civilizador que era la Hispanidad. Con 900 millones, si consideramos el conjunto de personas que son capaces de entenderse por pertenecer a lenguas de la misma raíz; por el latín; y que forman parte de una idiosincrasia, de una forma de ser, que es la Hispanidad».

Ernesto Ladrón de Guevara acierta por completo al señalar que «resulta una enorme estupidez, que solo beneficia a quienes quieren deshacer esa realidad antropológica, el liquidar la idea de la Hispanidad; que es lo que se está haciendo por instancias separatistas y por los herederos del comunismo soviético que buscan una idea de feudalización de la sociedad española para lograr su dominio y el control social».

Y en estos tiempos en que la economía, el vil dinero, se prioriza por encima de las ideologías y los sentimientos de patria, no está de más recordar que «la lengua española llamada castellana, que por razones históricas se ha generalizado sobreponiéndose como lengua de comunicación habitual al resto de los dialectos derivados del latín, del romance, es un poder en sí misma. Tiene una capacidad generadora de riqueza, que bien lo saben en el mundo anglosajón con el inglés. Supone el 15 por ciento del PIB. Despreciar ese enorme potencial económico es un grado de estupidez que no tiene parangón. Todo por las ansias de poder de unos caciques territoriales que alimentan, engordan y dan pábulo a aquellos que quieren combatir al español como vínculo de unidad y cómo poder alternativo al actual estatus de control mundial. Esta lengua tiene un valor primordial para potenciar nuestros intereses como españoles y como miembros de esa gran familia que es la Hispanidad. Tirar piedras sobre nuestro propio tejado es algo inaudito en la inteligencia colectiva que tantas veces nos ha llevado de la cumbre a las cunetas».

En fin, para no extendernos demasiado, solo nos resta una felicitación por partida doble: al autor y a la editorial. Al primero por lo escrito y a la segunda por haberse atrevido a publicarlo en estos tiempos que corren.

Ernesto Ladrón de Guevara: Nueva defensa de la Hispanidad. Letras Inquietas (Enero de 2020).