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¡A la revolución!: ¿habrá una revuelta en Europa y Occidente este año 2024?


Aleksandr Duguin | 18/01/2024

 Nuevo libro de Santiago Prestel: Contra la democracia

Este año, Occidente sufrirá una revolución. Hay dos Occidentes: el Occidente globalista y el Occidente ordinario. Los globalistas representan el primer Occidente, y al hacerlo se niegan a reconocer que no hay nadie más en el mundo que ellos. Por eso insisten en que no hay un «segundo» Occidente. Pero lo hay. Vaya que si lo hay.

Nosotros, el mundo multipolar, debemos reconocer lo más claramente posible la existencia de este segundo Occidente. Consiste en una variedad de fuerzas que no están de acuerdo con la agenda globalista ultraliberal de las élites.

Los hay de izquierdas, como Sarah Wagenknecht y su nuevo partido. La «Sarah Roja» (una valquiria de doble origen iraní y alemán) se está convirtiendo en el símbolo de la izquierda antiliberal en Europa. En Italia, Diego Fusaro, discípulo del marxista y antiglobalización Costanzo Preve, es un teórico de la misma tendencia. En Francia, tenemos a Alain Soral, así como a Michel Onfray, Jean-Claude Michéa y Serge Latouche.

Estos hombres y mujeres de izquierda son ante todo enemigos del capital mundial. Se diferencian de la pseudoizquierda comprada por Soros: esta última está sobre todo a favor de las personas LGBT, del nazismo ucraniano, del genocidio en Gaza y de la migración incontrolada, pero en contra de Rusia y de lo que sus amos capitalistas, ellos mismos nazis liberales, llamarían «fascismo».

También existe un componente de derechas, en mal estado, pero que en muchos países europeos representa la segunda fuerza política más importante. Marine Le Pen en Francia, por ejemplo. En Alemania, Alternativa para Alemania y otros movimientos más pequeños están ganando fuerza. Sobre todo en Prusia (la antigua República Democrática Alemana). En Italia, a pesar de la enfermedad liberal de Meloni, la mitad derechista de la sociedad no ha progresado. Y tampoco ha avanzado el populismo de derechas.

Pero en eñ segundo Occidente, son sobre todo los ciudadanos de a pie los que se levantan, los que no entienden nada de política. Simplemente no pueden seguir con las exigencias de cambios de sexo, castración forzosa de sus nietos, matrimonio con cabras, llegada y mantenimiento de más inmigrantes y maníacos ucranianos salvajes, incapaces de higiene básica y cuidado personal, comiendo cucarachas, recitando oraciones como las de Greta Thunberg a la hora de acostarse y maldiciendo a los rusos, que no les han hecho ningún daño. El hombre corriente occidental, la pequeña burguesía, es el pilar del levantamiento que se avecina. Este hombre corriente ya no entiende a las élites liberales. Se opone irrevocablemente a la acelerada degeneración y envilecimiento que estas élites les exigen.

El mundo multipolar debe ayudar a la revolución europea. Los occidentales son gente corriente que no son culpables de nada. No tienen ninguna posibilidad de cambiar la situación democráticamente, sencillamente porque en Occidente no hay democracia desde hace mucho tiempo y el primer Occidente ha establecido una dictadura liberal globalista directa -sobre todo, precisamente, sobre el segundo Occidente.

Sólo queda una cosa por hacer: desalojar a los usurpadores del poder por medios revolucionarios. Esta es la agenda de 2024 para Europa. Tu libertad está en tus manos.

Nota: Cortesía de Euro-Synergies