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Algunas precisiones sobre la alianza de Estados Unidos, Australia y el Reino Unido (AUKUS)


Pierre-Emmanuel Thomann | 28/09/2021

Para interpretar la configuración geopolítica emergente resultante de la creación de la alianza de Estados Unidos, Australia y el Reino Unido (AUKUS) en el marco de la doctrina Indo-Pacífica, hay que abordar las cuestiones en juego a escala mundial y no sólo en la zona Indo-Pacífica para poner de manifiesto los profundos resortes de la misma.

Cabe recordar que, según la postura geopolítica de Estados Unidos, la doctrina Indo-Pacífica (noción introducida por Japón en 2010) es sólo el componente asiático de una maniobra más amplia que consiste en rodear Eurasia, siendo el otro componente el frente de Europa del Este contra Rusia. Por tanto, AUKUS forma parte del deseo de los anglosajones de situarse en la cima de la jerarquía de poder.

Esta alianza anglosajona en el Indo-Pacífico es exclusiva, porque está vinculada al objetivo de los anglosajones de frenar la aparición de un mundo multipolar a escala mundial, en particular contra China, pero también contra Rusia. Es complementaria a la estrategia global de los anglosajones de impedir la posible aparición de un bloque europeo occidental en torno a Francia y Alemania, con un eventual acuerdo con Rusia, o incluso con China por vía continental. El objetivo es también obligar a los estados a elegir entre China y Estados Unidos, al modo de «¡estás con nosotros o contra nosotros!».

El AUKUS es, por tanto, una escalada más en la gran estrategia estadounidense hacia Eurasia, con el objetivo de impedir que una potencia rival controle las zonas costeras de ese continente (y ponga en peligro su supremacía). Tiene sus raíces en la doctrina geopolítica de Spykman, que se ha renovado hasta nuestros días (contención de la URSS en los años 50) y, más explícitamente, la designación de China y Rusia como adversarios de Estados Unidos bajo el presidente Donald Trump.

El ángulo espacial es el núcleo de cualquier análisis geopolítico, e inspirado en la fórmula del geógrafo alemán Friedrich Ratzel, «Im Raume lesen wir die Zeit» (En el espacio leemos el tiempo), se puede decir así que «¡podemos leer el futuro en los mapas!».

Por lo tanto, la aparición de esta configuración era en gran medida predecible. El error de la diplomacia francesa (desde la salida del general De Gaulle) ha sido persistir en la creencia de que se le podía conceder una posición privilegiada encajando en las prioridades geopolíticas anglosajonas (suscribiendo la doctrina Indo-Pacífica/ favoreciendo las ampliaciones de la OTAN) y conservando al mismo tiempo un margen de maniobra táctico (obteniendo contratos de armas, por ejemplo). Subrayo aquí mi definición: una estrategia geopolítica es la anticipación del espacio-tiempo de los demás (aliados y enemigos).

Fuente: Euro-Synergies