Los tiempos nunca generan más que héroes por sí mismos. Así es Karim Benzema, uno de los mejores goleadores de la historia de la selección francesa, ciudadano francés pero que parece despreciar esta nacionalidad. Hoy, después de haber sido milagrosamente olvidado por Didier Deschamps, es llevado a los cielos por un público que tiene una memoria decididamente corta.
Da la casualidad de que su juicio se estaba celebrando estos días. Hay que decir que el prodigioso Karim Benzema está acusado de chantajear a su compañero Mathieu Valbuena. Chantaje que involucra lo que se llama un sextape. Benzema se habría acercado a Valbuena como intermediario para ofrecerle los servicios de un amigo suyo, conocido desde niño en un barrio «sensible» o «a reconquistar por la república (francesa)», para que, a cambio de una remuneración, el vídeo de las travesuras de Valbuena desaparezca.
Todo esto sería inútil si no se agregan varios factores al caso. Primero, dentro de una selección nacional, surgirían presiones sórdidas y se necesitan años para llevarlas ante la justicia. Entonces, Benzema ha seguido proclamando, hasta hace poco, su desprecio (al menos) por el país cuyo carnet de identidad ostenta. Por último, pero no menos importante, Benzema no llegó a su juicio. Una forma de mostrar, sin duda, la consideración que tiene por la justicia.
Cada época, decididamente, genera héroes a su medida. También lo es Karim Benzema, que reemplaza a los héroes del Aéropostale, el Tour de Francia o incluso al equipo campeón del mundo de 1998 en el panteón infantil. La era del black blanc beur France y las bromas antirracistas. Cuando fingimos vivir uno al lado del otro. ¿Benzema se ha convertido en el icono del cara a cara, en palabras de Gérard Collomb? El futuro lo dirá.
Este jueves 21 de octubre, la fiscalía solicitó diez meses de prisión condicional y una multa de 75.000 euros contra Karim Benzema…
Fuente: Boulevard Voltaire
Arnaud Florac es cronista de Boulevard Voltaire.