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Southport: indignación tras la masacre de tres niñas a manos de un ruandés


Jean Kast | 01/08/2024

El ataque con cuchillo tuvo lugar el lunes 29 de julio en Southport (Inglaterra), 30 kilómetros al norte de Liverpool. Con el rostro oculto tras una capucha y una mascarilla quirúrgica, un hombre entró en una escuela de danza y apuñaló brutalmente a 11 niños y 2 mujeres adultas. Tres niñas de 6, 7 y 9 años murieron. Se llamaban Bebe, Elsie y Alice. En Internet, las fotos de la tragedia dan testimonio de la violencia desatada aquel día. Se pueden ver varias niñas frágiles. Sus cuerpos inertes y sus vestidos color pastel están manchados de sangre.

El agresor fue detenido rápidamente, a pocos metros de la escuela de danza. Como era de esperar, las autoridades reciclaron el lenguaje al que nos tienen acostumbrados en Francia: condena firme e indignada del ataque, motivos oscuros pero el móvil terrorista inmediatamente descartado, peritaje psiquiátrico solicitado con urgencia… Sin embargo, la prensa inglesa tenía más que decir sobre el perfil del «joven» detenido. Se le describe como un «introvertido» que vivía en un pueblo cercano con su «agradable familia», originaria de Ruanda.

La ira de los ingleses

El martes por la noche estallaron disturbios en Southport para denunciar la inacción del gobierno en materia de inmigración y la consiguiente falta de seguridad. El multiculturalismo ha fracasado, y cada vez son más los ingleses que empiezan a entenderlo. «Siempre hemos ayudado a la gente, pero hay un límite», clama un manifestante, muy enfadado también con cierta prensa ideologizada. Una vez más, la BBC miente. Es lo único que hace. Hay que acudir a medios alternativos para conocer la verdadera historia.

Es difícil demostrar que se equivoca. Estamos viendo los mismos intentos de invisibilización a nuestro lado del Canal. En su cobertura de la tragedia de Southport, la mayoría de los medios de comunicación franceses optaron por ignorar el origen africano del presunto asesino. ¿Qué habría pasado si se hubieran invertido los perfiles étnicos de los protagonistas? Usted ya conoce la respuesta. No sólo los mismos medios de comunicación se complacerían maliciosamente en señalar tantas veces como fuera posible el color de la piel de cada uno, sino que se contemplaría automáticamente la dimensión potencialmente racista del atentado.

El levantamiento salvífico de los pueblos invadidos

Esta atroz historia de niñas apuñaladas hasta la muerte recuerda la tragedia de Annecy en 2023, cuando un migrante sirio apuñaló a bebés en sus cochecitos. Pero no se expresó ninguna cólera, ningún motín perturbó el tranquilo sueño de nuestras autoridades. La población local se contentó con los habituales ositos de peluche, velas y marchas blancas.

Nuestros vecinos británicos no han decapitado a su Reina, pero se rebelan cuando es necesario. Ya en noviembre de 2023 se produjeron disturbios sin precedentes en el centro de Dublín tras un ataque con cuchillo a unos niños por parte de un hombre de origen extranjero. Podemos ciertamente deplorar la violencia cometida, pero ¿quién puede condenar el sentimiento de injusticia cruelmente sentido por los manifestantes?

Nota: Cortesía de Boulevard Voltaire