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Reportajes

Un think tank financiado por George Soros apoya la distribución de inmigrantes en zonas rurales


Clémence de Longraye | 18/04/2024

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«De Callac a Crépol: el campo en el corazón de las batallas identitarias». Un informe de cincuenta páginas que analiza las fuerzas que están detrás del «método Callac», llamado así por el pueblo bretón que, a finales de 2022, se negó a permitir la instalación de un centro de refugiados. Detrás de la apariencia científica y rigurosa de este estudio se esconde una colección de tópicos destinados a minar la oposición de los «identitarios» a la distribución de los inmigrantes en las zonas rurales.

Combatir a los identitarios

Callac, Saint-Brevin, Bélâbre, Beyssenac… Estos nombres de pueblos franceses hasta ahora desconocidos para el gran público aparecieron en la prensa nacional. Todos ellos se vieron afectados (y algunos lo siguen estando) por un proyecto de instalación de inmigrantes en su territorio, lanzado por una asociación, la prefectura o la autoridad local. Uno de ellos, en la región de Côtes-d’Armor, donde Boulevard Voltaire estuvo presente desde el principio del proyecto, fue objeto de mucha tinta. En Callac¡, el fondo de dotación Merci tenía previsto instalar a varias familias de refugiados. De acuerdo con el ayuntamiento, la llegada de los migrantes a este pueblo bretón no debía ser más que una formalidad. Pero eso sin contar con la movilización de algunos callacois y vecinos que, una vez informados, lucharon con octavillas y manifestaciones para enterrar el proyecto. Finalmente, ante la oposición, el ayuntamiento decidió abandonar la iniciativa en enero de 2023.

Es en este episodio en el que se centra el estudio «Destin commun». Los dos autores, Laurence de Nervaux y Raphaël Llorca, intentan comprender cómo los que ellos llaman los identitaires (una categoría que se dice preocupada sobre todo por «la inmigración, el poder adquisitivo y la amenaza terrorista») consiguieron que el ayuntamiento cediera. Según ellos, estos «identitarios», ayudados en particular por los medios de comunicación que, al parecer, crean una «psicosis» sobre la inseguridad y la violencia, han conseguido inculcar sus ideas en las zonas rurales. Incluso han impuesto una «lectura conspirativa» (Gran Reemplazamiento) sobre la distribución de los emigrantes en el campo, proyecto que, recordemos, fue lanzado por el gobierno. Sin embargo, esta interpretación no es compartida por la mayoría de los habitantes de las zonas rurales, ni mucho menos. Los dos autores afirman que fuera «del grupo identitario, los casos de hostilidad abierta (…) son raros». En otras palabras, los «identitarios» rurales habrían impuesto a sus vecinos una visión distorsionada de la inmigración, lo que habría provocado el rechazo del proyecto Horizon en Callac.

Subvencionado por George Soros

Para que el fracaso de Callac no se repita en el futuro, los dos autores repasan los pasos dados por la oposición para dar a los concejales que desean acoger a los inmigrantes las armas necesarias para combatir a estos grupos identitarios. Creación de un comité de opositores, manifestaciones locales, cobertura mediática del asunto en medios como Le Figaro, Valeurs actuelles y Boulevard Voltaire, que desencadenaron «conversaciones, enfrentamientos y terror», etc. Frente a este «método», el think tank recomienda «formar a los cargos electos en estrategias de influencia identitaria» para garantizar que no cedan y que los planes de distribución de inmigrantes puedan llevarse a cabo sin problemas. También recomiendan contrarrestar la «percepción de violencia» combatiendo el aislamiento y pidiendo a los medios de comunicación que asuman sus responsabilidades. Esta acción es urgente porque, como señalan los autores, «la trayectoria ascendente de la extrema derecha no se detendrá aquí».

Este texto, lleno de tópicos sobre la extrema derecha que impone el «terror», plantea sin embargo varios problemas metodológicos. En primer lugar, el estudio se basa en parte en cuatro entrevistas individuales, todas ellas realizadas a personas que apoyan un proyecto de distribución de inmigrantes en zonas rurales. Además, la inseguridad que los habitantes de las comunidades rurales entrevistadas dicen vivir o sentir parece minimizada, relegada al nivel de una «carga mental» o de una «percepción», a pesar de la muerte del joven Thomas hace unos meses en Crépol, pequeña ciudad del departamento de Drôme, de la que se hace eco el estudio. A esto se añade una errata topográfica en la introducción del informe, en la que los autores sitúan Crépol en Bretaña…

Por último, las conclusiones de este estudio, que apoya la distribución de los migrantes en las zonas rurales, están sin duda vinculadas a los actores que financian los trabajos del think tank, presente también en Alemania, Reino Unido y Estados Unidos. Entre los financiadores se encuentra la Open Society Foundations de George Soros, el multimillonario húngaro que subvenciona masivamente asociaciones y estudios que trabajan por la inmersión migratoria. Este estudio es una forma más de que sus partidarios y autores apoyen el reparto de migrantes por toda Francia.

Nota: Cortesía de Boulevard Voltaire