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Entrevistas

Carlos Sánchez de Roda: «La juez que quiso hacer justicia con el 11-M fue expulsada y encerrada en un psiquiátrico»


Redacción | 05/03/2024

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Entrevistamos a Carlos Sánchez de Roda, autor del libro Los misterios del 11-M: La investigación definitiva sobre los atentados terroristas que conmocionaron a España publicado por Ediciones La Tribuna. A través de estas páginas, el lector está invitado a explorar las complejidades y las controversias que aún rodean a ese día fatídico, en un recorrido revelador, lleno de preguntas desafiantes y descubrimientos sorprendentes, que anima a mantener la mente abierta y el espíritu crítico, mientras navegamos, guiados por una investigación extraordinaria, por las intensas corrientes de la historia y la justicia.

Redacción: ¿Fue todo lo que nos contaron del 11-M mentira?

Sólo fueron totalmente verdaderas la destrucción de los trenes y la creación e introducción en la investigación de una bolsa bomba que nadie vio en ningún tren. A partir de ahí, sobre esa bolsa bomba se construyó toda la versión oficial, con verdades mezcladas con manipulaciones de la realidad y con claras falsedades.

Carlos Sánchez de Roda: ¿Qué encontrará el lector en tu nuevo libro?

En el libro se pone de manifiesto cómo, desde el principio, se apartó la investigación de los trenes y de todo su contenido y se la condujo al contenido de una bolsa que nadie vio en ningún tren. Y ahí está la base de todo el tinglado de la versión oficial. Se han publicado numerosas y muy importantes investigaciones sobre los fallos, mentiras e incongruencias de toda la posterior investigación policial y judicial, y de todo ello lo que se deduce es la confirmación de la falsedad inicial de la investigación. Sobre esa manipulación inicial hubo que ir improvisando todo el falso relato final, improvisación que probablemente es la principal causa de todos los fallos e irregularidades que se han ido encontrando al estudiar todo el proceso investigador.

En el libro no hay teorías, suposiciones o elucubraciones, todo lo que se relata son hechos perfectamente documentados, basados en documentos sumariales, testimonios y declaraciones judiciales, informaciones obtenidas directamente de protagonistas de los hechos, fotografías judiciales o tomadas por mí mismo, y visitas personales mías a los lugares de los hechos.

Bajo tu punto de vista, ¿qué es el 11-M? ¿Cuáles fueron sus objetivos?

Aquí hay que distinguir entre los objetivos de los autores y los de los posteriores manipuladores. Si alguien decidió apartar bruscamente la investigación de su línea natural, la de los trenes, y encaminarla por otra falseada, tuvo que ser porque no quería que se descubriera la autoría real y sus reales objetivos. Apartaron y destruyeron los trenes e introdujeron con la bolsa bomba una falsa autoría, cuyo objetivo hay que suponer que era lo que realmente se produjo: el vuelco electoral y de convivencia en España, del que todavía sufrimos las consecuencias.

Desde el Estado y los medios oficiales, se han acusado de «conspiranoicos”» a quienes han discrepado y argumentado contra la versión oficial. Si asesinar a casi 200 personas y dejar heridas a varios miles en pleno Madrid no es una conspiración, ¿qué lo es entonces?

Esas acusaciones se lanzaron desde la primera aparición en los medios de numerosas dudas relativas a la investigación oficial, y en este aspecto es obligado recordar al gran Fernando Mújica. De esas campañas denigratorias ni siquiera se libraron las víctimas.

¿En qué momento comienza a crearse la gran mentira en torno al 11-M?

Yo vi personalmente a las 08:00 horas de la mañana del día 12 el tren de Atocha vaciado del material más importante para la investigación, el directamente afectado por las explosiones, material del que nunca más se supo. En la noche anterior ya se había producido la misteriosa y nunca investigada aparición de una bolsa bomba en la comisaría Puente de Vallecas. Ya estaba pues en marcha desde el principio la operación de creación de la gran mentira del 11-M, la sustitución de los trenes por la bolsa bomba que nadie vio en ningún tren.

¿Cuál fue el objetivo de sembrar de pruebas falsas toda la investigación sobre los atentados?

La gran prueba falsa fue la falsa bolsa bomba que acaparó desde el principio la investigación. Las que fueron apareciendo después. como la misteriosa metralla aparecida de pronto en auxilio de unas inauditas periciales que ponían en peligro todo el montaje, serían el resultado de una improvisación que obligaba a ir tapando agujeros allá donde iban apareciendo.

¿Por qué ha calado en el imaginario público que el 11-M fue perpetrado por Al Qaeda descartado en la sentencia) por la participación española en Iraq (también descartado en la sentencia)?

Es que ésa fue la disyuntiva falsa y masivamente presentada en las redes sociales en las horas posteriores al atentado, y eso caló en la gente: o había sido ETA o lo había perpetrado Al Qaeda. La sentencia, en efecto, no lo atribuyó ni a una ni a otra, pero al haber yihadistas señalados por el tribunal se extendió esa falsa idea de que la sentencia lo había atribuido a Al Qaeda, lo cual es totalmente falso.

Una de las cuestiones más polémicas ha sido determinar qué explosivo se usó en la elaboración de las bombas. ¿Por qué el tribunal, el gobierno y los medios defensores de la versión oficial hicieron todo lo posible por fijar como único explosivo goma-2 eco cuando los peritos de las asociaciones de víctimas insistieron en el empleo de titadyn?

Esto formaba parte de la alternativa antes expuesta, si el explosivo era titadyn era un atentado de ETA, si era goma-2, lo era de Al Qaeda. Pero claro, el laboratorio Tedax del comisario Sánchez Manzano, en el que se realizó el análisis del explosivo, contribuyó decisivamente a sembrar la duda, al dar como resultado algo tan «concreto» como «componentes de dinamita», lo que englobaba ambos explosivos, y no enviando las muestras al laboratorio de la policía científica para un análisis definitivo, como era el protocolo aplicado en estos casos. De esta forma, combinada con la escasez de muestras, con la desaparición de las más importantes y con el lavado con agua y acetona de la mayoría de ellas, se hizo imposible el que se pudiera hacer esa determinación en el futuro, como ocurrió con la también manipulada pericial de explosivos realizada durante el juicio y ya en el laboratorio de la policía científica.

En cualquier accidente ferroviario, como por ejemplo el del Metro de Valencia de 2006, se conservan los trenes durante años. ¿Por qué se destruyeron los trenes del 11-M en apenas horas? ¿Cuál fue el objetivo de tal medida?

Esa destrucción fue irregular y fuera de toda norma, decidida por algún personaje todavía escondido y sin que conste en el sumario si hubo autorización judicial para realizarla. Por ello es obligado hacerse la pregunta de si esa destrucción se hizo precisamente para imposibilitar el estudio y análisis de los trenes y de su contenido, y para evitar así que se llegase a la verdad, verdad que fue sustituida por el contenido de una bolsa hallada en una comisaría sin que nadie la hubiese visto antes en ningún tren.

¿Se intentó hacer justicia a las víctimas en algún momento de la causa judicial?

Visto ahora con la perspectiva que da el tiempo, se ve que los únicos momentos en los que se actuó realmente buscando hacer justicia fue en la instrucción de la juez Coro Cillán de la querella presentada por la Asociación de Víctimas del 11-M contra el comisario jefe de los Tedax Sánchez Manzano. Pero esa querella llegó demasiado lejos, y cuando empezó a entrar en el asunto de los trenes fue bruscamente irregularmente archivada, mientras la juez era expulsada de la judicatura y encerrada en un psiquiátrico.

Uno de los capítulos más estremecedores de tu libro es la actual situación de la juez Coro Cillán…

Coro Cillán fue tratada, y sigue siendo tratada ahora mismo, con extrema crueldad. La Agencia Madrileña para la Tutela de Adultos, que se ocupa de la tutoría de incapacidades determinadas legalmente por un juez, lo que no era su caso, se encargó de encerrarla y aislarla en una residencia de Madrid, en la cual tuvo una sospechosa caída por unas escaleras que le ocasionó una rotura de cadera. Tras operarla, la trasladaron a una residencia de Palencia donde quedó incomunicada desde el principio, alejada de sus amigos y conocidos, y ello a pesar de no tener limitada su capacidad legal. Quedó destruida personal y profesionalmente, y así sigue para vergüenza de todos.

Al cumplirse veinte años del 11 de marzo de 2004 la causa prescribirá el mes que viene. ¿Están en la cárcel los verdaderos responsables de la masacre o han permanecido en libertad desde entonces?

Dadas las claras irregularidades cometidas desde el inicio de la instrucción, dejando de lado los trenes y su contenido y apoyándose sólo en una bolsa bomba que nadie vio en ningún tren, es imposible saber quiénes fueron los verdaderos responsables de la masacre. En la cárcel sólo permanecen los tres únicos condenados por el 11-M, la condena de uno de los cuales se basó en pruebas de lo más discutibles. Así que lo más probable es que, no sólo haya autores que gocen de total libertad, sino que además el único condenado como autor material, que sufre una condena de más de 40.000 años de cárcel, sea inocente.

¿Podemos decir que, hoy, año 2024, los autores intelectuales y materiales de la masacre han conseguido sus objetivos de manera definitiva?

En relación con la prescripción en el vigésimo aniversario del atentado, está abierto un debate jurídico. Si el atentado hubiese sido declarado delito de lesa humanidad no prescribiría, pero eso aún no se ha producido. Otro asunto es si la instrucción de Coro Cillán, en la se que aportaron nuevas pruebas inéditas hasta entonces y contrarias a la sentencia, rompió o no el transcurso del plazo de prescripción.

Carlos Sánchez de Roda: Los misterios del 11-M: La investigación definitiva sobre los atentados terroristas que conmocionaron a España. Ediciones La Tribuna (Enero de 2024)

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