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Dos autores sobresalientes del pensamiento europeo: Robert Steuckers y Diego Fusaro


Joakim Andersen | 17/09/2021

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Robert Steuckers es uno de los nombres más sobresalientes de la derecha europea, con una trayectoria esencial en la Nueva Derecha. Es un valioso autor, reconocido por todo aquel a quien le interesa la geopolítica, la historia de las ideas, la crítica cultural o la política contemporánea. Dirige varios recursos en Internet en los que se recogen y enlazan artículos interesantes, como los blogs, Euro-Synergies y Synergon-Info. Un buen europeo además, que está razonablemente familiarizado con las principales lenguas del continente, por lo que es fácil que aparezcan en el feed artículos en alemán, italiano y francés, entre otros (las dotes lingüísticas de Steucker quedan sugeridas por las traducciones al francés de algunos de los artículos de quien les escribe, entre otros).

Un autor conocido y muy interesante al que Steuckers ha volcado su interés es el marxista italiano Diego Fusaro. Fusaro es relativamente joven, nacido en 1983, y también es bastante controvertido por su falta de voluntad de someterse a las reglas de la «izquierda» contemporánea. Se destacan Hegel, Gentile y Gramsci como pensadores centrales para Fusaro, junto con Marx, sugiriendo tanto una tendencia idealista como un enfoque en la praxis humana. El análisis de Fusaro acerca de lo contemporáneo recuerda por momentos a Samuel Francis.

Fusaro sostiene, entre otras cosas, que «el capitalismo pasó primero por una fase abstracta en la que nació antes de pasar a una fase dialéctica basada en el conflicto burguesía-proletariado. Hoy ha alcanzado su forma posburguesa absoluta, posproletaria, flexible y basada en el capital financiero». De aquí se desprende un análisis de las nuevas formas de la lucha de clases, «el nuevo conflicto de clases, en el contexto del capitalismo absoluto de la era post-1989, se da entre los nuevos amos posburgueses y los nuevos siervos posproletarios: es decir, entre la aristocracia financiera apátrida y antiproletaria y la nueva clase plebeya, sin seguridad laboral y empobrecida, resultado de la decadencia de las clases medias y trabajadoras».

Si existe un vínculo entre el interés y la idea, esto sitúa a Fusaro cerca de la «gauche du travail et droite des valeurs» de Alain Soral, «la izquierda del trabajo y la derecha de los valores». Aquí Fusaro menciona valores proletarios como el trabajo, la dignidad, los derechos sociales y la lucha por la emancipación, y valores de derecha como la familia y el Estado. Su análisis recuerda en no pocas ocasiones al de la Nueva Derecha, incluyendo una geopolítica en la que Fusaro, como su maestro Costanzo Preve, valora a Europa. También defiende las naciones, con el objetivo de alcanzar «un mundo plural de costumbres y pueblos, de lenguas y culturas».

En definitiva, Fusaro es un conocido autor, muy interesante, sobre todo en esta época en la que la izquierda populista carece a menudo tanto de claridad teórica como de capacidad para identificar claramente a su verdadero enemigo. Algo que, combinado con la frecuente falta de análisis contemporáneo de la derecha populista, es una debilidad en el conflicto con esos oponentes que Fusaro llama «los nuevos amos de la posburguesía». Hasta ahora.

En cualquier caso, Steuckers ha recopilado y traducido varios artículos legibles de y sobre Fusaro. En Amerikanismus oder Europa, Fusaro vuelve a conectar con la tradición anti-imperialista de las ideas y describe cómo Europa ha sido subordinada a Estados Unidos y refundida en forma americana en todo, desde la cultura hasta la educación. Citando a Carl Schmitt, señala que «no puede haber una Europa democrática de Estados libres e iguales mientras el viejo continente siga siendo un mero protectorado bajo una monarquía universal o un mero peón de la eurocracia permanente».

En Leere Krippen: Verunsicherung und nihilistische Gesellschaft sind schuld (en alemán, Cunas vacíos: La inseguridad y la sociedad nihilista tienen la culpa), Fusaro analiza cómo cada vez menos jóvenes italianos quieren tener hijos. Lo describe como el resultado tanto del avance del nihilismo como de la inseguridad socioeconómica y la desesperanza. Aquí Fusaro habla con elocuencia de «la obscenidad objetiva de la civilización mercantil, de la que somos habitantes, y cuyos efectos más vergonzosos y dañinos se reflejan sobre todo en los jóvenes».La responsabilidad no recae principalmente en las generaciones emergentes, Fusaro escribe que están «colonizadas por el desierto del nihilismo porque se proyectan objetivamente en un desierto nihilista».

En Techniker und Experten: Neoliberalismus als Neutralisierung der gemeinsamen Erfahrung, (en alemán: Técnicos y expertos: El neoliberalismo como neutralización de la experiencia común) Fusaro analiza en cambio cómo la democracia bajo el «régimen liberal-sanitario» es neutralizada por «técnicos y expertos«. Aquí habla, de forma un tanto vacilante, del neoliberalismo y no profundiza en cómo el régimen liberal-sanitario trata las ideas y las pandemias de forma similar, pero sigue siendo un pequeño texto gratificante. Entre otras cosas, Fusaro vincula claramente a estos «expertos» con los proyectos globalistas de ciertas élites, señalando que «cualquier profesional, como un economista, que no haya abrazado la jerga liberal es considerado y tratado ipso facto como un no experto». En definitiva, no se trata de un conflicto entre personas y expertos, sino de una construcción social y política de una «pericia» que favorece a un actor concreto.

También merece la pena leer una reseña de Europa y el capitalismo de Fusaro, donde también se halla una introducción a su pensamiento. Entre ellos se encuentran sus intentos de sintetizar la lucha de clases marxista y la soberanía nacional, así como su gratificante visión de que 1968 allanó el camino hacia el capitalismo post-burgués. La reseña contiene varios párrafos citables, entre ellos que «la política se ha vuelto impotente, los medios de comunicación son extremadamente conservadores del sistema, la clase obrera ha sido subyugada al consumismo, la libertad es sólo un hecho abstracto», «la clase obrera (incluida la burguesía) contra una élite cosmopolita» y «los constantes ataques a la tradición, la familia, el Estado, la religión… por parte de la política de identidad liberal tienen una función capitalista, a saber, el establecimiento o el refuerzo de una comunidad no social de productores/consumidores».

En general, Fusaro es un autor conocido sumamente interesante. Puede considerarse un signo de los tiempos, un ejemplo de una izquierda populista que va tomando forma de forma lenta pero segura, a menudo con orígenes marxistas. También se pueden encontrar perspectivas de valor en sus análisis, sobre todo si uno mismo se acerca a una posición que combina elementos de la izquierda y la derecha históricas. Cabe señalar que Fusaro hace hincapié en la lógica del capital en detrimento del Minotauro del despotismo burocrático. Pero sea como fuere, un marxismo que abraza la soberanía nacional, los valores burgueses y la multipolaridad es un paso en la dirección correcta.

Diego Fusaro: 100% Fusaro: Los ensayos más irreverentes y polémicos de Diego Fusaro. Letras Inquietas (Julio de 2021)

Fuente: Motpol