Según la prensa estadounidense, todos los indicadores están en rojo. Irán podría atacar directamente a Israel o a sus intereses en el extranjero en los próximos días, o incluso horas, según fuentes de inteligencia estadounidenses.
El jueves pasado, el Wall Street Journal informaba del temor a un ataque dentro de las fronteras del Estado judío con misiles de medio alcance. El viernes, la CBS, de nuevo basándose en declaraciones de funcionarios estadounidenses, habló de un gran ataque iraní que podría incluir más de 100 aviones no tripulados y docenas de misiles dirigidos contra objetivos militares dentro del país. Además, en la noche del 12 de abril, el Hezbolá libanés disparó cohetes contra varias posiciones israelíes.
Una respuesta al ataque contra el consulado iraní
Estos ataques fueron una represalia por el ataque aéreo atribuido a Israel contra el consulado iraní en Damasco el 1 de abril, en el que murieron siete miembros de la Guardia Revolucionaria Islámica iraní, entre ellos el general Mohammad Reza Zahedi.
Desde el atentado terrorista de Hamás del 7 de octubre de 2023, otros oficiales iraníes han muerto en Siria en operaciones también atribuidas a los israelíes. No obstante, la muerte de Zahedi supone la eliminación del militar iraní de más alto rango desde el asesinato por Estados Unidos en Bagdad, en enero de 2020, del general Qassem Soleimani, comandante en jefe de la Fuerza Al-Quds, la unidad de élite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
En contacto con los representantes de Teherán, Zahedi supervisó las operaciones militares y de inteligencia de Irán en Siria y Líbano. Una fuente de la Guardia Revolucionaria declaró al New York Times que el ataque del 1 de abril tenía como objetivo una reunión en la que funcionarios de los servicios de inteligencia iraníes y palestinos, incluidos dirigentes de la Yihad Islámica, discutían sobre la guerra en Gaza.
En una señal de la profunda preocupación de Washington, el general Michael Kurilla, comandante militar estadounidense en Oriente Medio, llegó a Israel el jueves para entrevistarse con el jefe del Estado Mayor del ejército israelí, teniente general Herzi Halevi.
«Las IDF están bien preparadas para atacar y defenderse de cualquier amenaza», declaró Halevi. Llevamos unos seis meses en guerra y alerta. Las IDF siguen vigilando de cerca lo que ocurre en Irán y en otras zonas, al tiempo que se preparan constantemente para hacer frente a las amenazas existentes y potenciales en coordinación con las fuerzas armadas estadounidenses.
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La precaria posición de Washington
La posición de Washington en este contexto de escalada es cada vez más precaria. Desde el comienzo del conflicto, la administración demócrata, presionada para volver al statu quo, ha intentado restar importancia al papel de Irán en el ataque del 7 de octubre y responder de forma comedida a los ataques de sus apoderados contra bases estadounidenses en Oriente Próximo.
Sin embargo, como escribimos el pasado enero, le guste o no, Joe Biden ya está inmerso en una guerra regional. Desde Gaza hasta el Mar Rojo, pasando por Líbano, Siria e Irak, las milicias que atacan a estadounidenses e israelíes tienen todas el mismo mentor. Ya sea Hamás, Hezbolá o los Houthis, todos forman parte del plan regional de Irán para cercar al Estado judío.
El 2 de abril, refiriéndose a los oficiales iraníes que acababan de ser eliminados en el ataque de Damasco, el New York Times reconocía que habían estado «profundamente implicados durante décadas en armar y dirigir fuerzas interpuestas en Gaza, Líbano, Siria, Irak y Yemen, como parte de los esfuerzos claramente declarados de Irán para desestabilizar e incluso destruir el Estado judío».
El peligro de la actual escalada demuestra que no podrá encontrarse ninguna solución duradera para la paz en Oriente Próximo mientras los actores implicados, y en particular estadounidenses y europeos, no acepten afrontar el papel desempeñado por los iraníes en la crisis que amenaza con hundir la región desde el 7 de octubre.
Nota: Cortesía de Boulevard Voltaire
Frédéric Lassez es cronista en Boulevard Voltaire. Doctor en filosofía y derecho, es jurista en el ámbito del derecho privado.
