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El trasfondo geopolítico de la revolución de 1917 (I)


Aleksandr Duguin | 08/02/2023

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El final de la dinastía zarista no significó aún el final de la Primera Guerra Mundial para Rusia. Y aunque una de las razones del derrocamiento de los Romanov fueron las dificultades de la guerra y la presión que ésta ejercía sobre los recursos humanos, la economía y toda la infraestructura social de la sociedad rusa, las fuerzas que llegaron al poder tras la abdicación de Nicolás II (el Gobierno Provisional constituido principalmente sobre la base de la masonería de la Duma y los partidos burgueses) continuaron el curso de la participación de Rusia en la guerra del lado de la Triple Entente.

Geopolíticamente, este punto es decisivo. Tanto Nicolás II como los partidarios de la forma de gobierno republicana, democrático-burguesa, alineados con él, estaban orientados hacia Inglaterra y Francia; pretendían situar a Rusia en el campo de los Estados talasocráticos. En el plano interno, existían contradicciones irreconciliables entre los modelos monárquico y democrático-burgués, y la escalada de estas contradicciones condujo al derrocamiento de la dinastía y la monarquía. Pero en la orientación geopolítica de Nicolás II y del Gobierno Provisional había, por el contrario, continuidad y sucesión: una orientación hacia la civilización del Mar creó una afinidad entre ellos. Para el zar era una elección práctica, y para los «febreristas» una ideológica, ya que Inglaterra y Francia eran regímenes burgueses establecidos desde hacía mucho tiempo.

El 25 de febrero de 1917, por decreto imperial, se suspendió la actividad de la Cuarta Duma Estatal. En la noche del 27 de febrero se creó un Comité Provisional de la Duma Estatal, cuyo presidente era V. Rodzyanko (octubrista y presidente de la Cuarta Duma). El Comité asumió las funciones y la autoridad del poder supremo. El 2 de marzo de 1917, el emperador Nicolás II abdicó y transfirió los derechos sucesorios al gran duque Mijaíl Alexándrovich quien, a su vez, declaró el 3 de marzo su intención de asumir la autoridad suprema sólo después de que la voluntad del pueblo se hubiera expresado en la Asamblea Constituyente en cuanto a la forma definitiva que debía adoptar el gobierno.

El 2 de marzo de 1917, el Comité Provisional de la Duma Estatal formó los primeros servicios públicos. El nuevo gobierno anuncia elecciones para la Asamblea Constituyente, y se aprueba una ley democrática relativa a las elecciones: habrá elecciones por sufragio universal, igual, directo y secreto. Se abolieron los antiguos órganos de gobierno. A la cabeza del Comité Provisional estaba el Presidente del Soviet de Ministros y Ministro del Interior, el príncipe G. E. Lvov (antiguo miembro de la Primera Duma Estatal y Presidente del Comité Principal de la Unión Popular Panrusa). Sin embargo, el Soviet, cuya tarea era supervisar las acciones del Gobierno Provisional, siguió funcionando. Como resultado, se estableció un poder dual en Rusia. Los Soviets de Representantes de Obreros y Soldados estaban controlados por los partidos de izquierda, que hasta entonces habían permanecido en gran medida al margen de la Duma Estatal: los socialistas-revolucionarios (SR) y los socialdemócratas (los mencheviques y los bolcheviques).

En política exterior, los bolcheviques, dirigidos por Lenin y Trotsky, siguieron con éxito una orientación proalemana. Esta orientación proalemana se basaba en varios factores: una estrecha cooperación entre los bolcheviques y los socialdemócratas marxistas alemanes, y acuerdos secretos con el servicio de inteligencia del Káiser relativos a la asistencia material y técnica a los bolcheviques. Además, los bolcheviques contaban con el rechazo de la guerra por parte de las masas populares. Basaron en ello su propaganda, formulándola en el espíritu de la ideología revolucionaria: la solidaridad de las clases trabajadoras de todos los países y el carácter imperialista de la propia guerra, que se oponía a los intereses de las masas.

Esta es la razón por la que la división dual de poderes entre el Gobierno Provisional y los Soviets (que estaban bajo control bolchevique desde el principio) en el intervalo entre marzo y octubre de 1917 reflejó dos vectores geopolíticos, el vector pro-inglés y pro-francés para el Gobierno Provisional, y el vector pro-alemán para los bolcheviques. Esta dualidad también revela su significado y carácter en aquellos acontecimientos históricos directamente relacionados con la época de la Revolución y la Guerra Civil.

El trasfondo geopolítico de la revolución de 1917

Primera parte
Segunda parte
Tercera parte

Nota: Cortesía de Euro-Synergies