Los tiempos en que Bretaña era sinónimo de bigoudenes, recintos parroquiales e iglesias de granito parecen ya lejanos. En Rennes, capital del país del armiño, está previsto construir de aquí a 2026 una gigantesca mezquita con capacidad para 4.000 fieles, con el complaciente apoyo del ayuntamiento ecosocialista<. Este nuevo lugar de culto musulmán se suma a la larga lista de mega-mezquitas actualmente en construcción en suelo francés.
Complacencia de la ciudad de Rennes
Defendido desde hace varios años por la asociación Espoir Amal, el proyecto de construcción de una gran mezquita en Rennes se ha lanzado oficialmente. En un protocolo de acuerdo firmado el 10 de marzo de 2022 entre la ciudad de Rennes y la asociación musulmana y hecho público el 19 de junio, se indica que el ayuntamiento pone a disposición de la comunidad musulmana, a unos quince minutos del centro de la ciudad, un terreno público de 3.000 metros cuadrados en régimen de arrendamiento enfitéutico. En este terreno, la asociación Espoir Amal pretende construir dos grandes edificios. El primero, dedicado al culto, tendrá una superficie de 2.000 metros cuadrados en dos niveles, y acogerá a los hombres en un lado (planta baja) y a las mujeres en el otro (primer piso). La segunda planta, que se construirá más adelante, albergará diez aulas, una biblioteca, un salón de té y otras actividades culturales. En cuanto a la decoración, la asociación promete combinar a la vez el «Islam andaluz» y la «cultura bretona», según informa Ouest-France. Se trata de un proyecto ecléctico que requiere la recaudación de al menos 5 millones de euros.
El anuncio público de este proyecto de construcción no pasó desapercibido. «Estamos hablando de una mega mezquita. Hablamos de 4.000 fieles, que es mucho», declaró a Boulevard Voltaire Gilles Pennelle, consejero regional de Bretaña y miembro de la Agrupación Nacional. «Más allá de la obra y de la separación de hombres y mujeres, nos enteramos de que el ayuntamiento de Rennes intenta burlar la ley de laicidad de 1905 facilitando la concesión de un terreno. Es una financiación encubierta», afirma el político bretón, quien, junto con miembros de su partido, ya está estudiando posibles acciones legales.
Otras preguntas siguen sin respuesta. ¿De dónde van a sacar los cinco millones de euros necesarios para las obras? ¿De los fieles? Gilles Pennelle no lo cree. Mientras la asociación musulmana, que promete transparencia, se jacta de haber recaudado ya 200.000 euros y cuenta con la generosidad de la comunidad musulmana, el concejal de RN cree que pronto se añadirán a la caja «financiaciones extranjeras». ¿Y qué hay de la supervisión de esta mezquita y de la enseñanza que impartirá?
Mezquitas cada vez más grandes
Mientras que la mayoría de las casi 2.700 mezquitas de Francia (incluidas las de Mayotte) siguen siendo modestas salas de oración, nuevas mezquitas compiten por el espacio. En Estrasburgo, que ya cuenta con una gran mezquita de 1.500 plazas, un nuevo lugar de culto, esta vez para la comunidad turca, debería poder acoger a 2.500 fieles de aquí a 2025. No muy lejos, en Metz, también se está construyendo una mezquita de 4.000 plazas que debería abrir sus puertas en dos o tres años. El oeste de Francia no se ha librado. En Tours, a orillas del Cher, está prevista la apertura de una mezquita de 3.000 plazas. En la región de Île-de-France, pronto comenzarán las obras de dos mezquitas en Vitry-sur-Seine e Ivry-sur-Seine, cada una con capacidad para 3.000 personas. En Stains, cerca de Saint-Denis, al norte de París, también se está construyendo una mega mezquita de 3.000 metros cuadrados, como la de Rennes. No faltan ejemplos.
Para Gilles Pennelle, la aparición de estas nuevas mega-mezquitas no es más que «un síntoma del fenómeno de islamización, que crece día a día, alimentado por la inmigración». Según el político, «ahora nos enfrentamos a comunidades que quieren afirmarse ostensiblemente en el espacio público. Estamos ante la afirmación de una lucha religiosa». Pero la mayoría del espectro político francés mira hacia otro lado.
Nota: Cortesía de Boulevard Voltaire
Clémence de Longraye es periodista.