Ayer, miércoles por la tarde, un súbdito marroquí llamado Yasin Kanza asesinó al sacristán e hirió de gravedad al párroco y a varios feligreses de la Iglesia de Nuestra Señora de La Palma de Algeciras.
Poco a poco, vamos conociendo más datos sobre el yihadista: Kanza es un inmigrante ilegal con una orden de expulsión de nuestro país, que residía en una casa okupada y estaba vigilado por la Policía Nacional tras ser arrestado el pasado verano.
Si se hubiera cumplido la ley y este inmigrante ilegal hubiese sido devuelto a su país de origen, hoy no tendríamos que lamentar el asesinato del sacristán Diego Valencia y las heridas graves sufridas por otras cuatro personas. Si la estrepitosamente inútil y fallida vigilancia policial (aplaudida, como no podía ser de otra forma, por Pedro Sánchez) hubiera sido efectiva, hoy el sacristán algecireño no estaría muerto ni el resto de víctímas se encontrarían hospitalizadas.
Más allá de la responsabilidad de Yasin Kanza, quien se mostró muy sonriente tras su detención sabedor de que en España en particular y en Occidente en general sale muy barato asesinar a los católicos, no debemos olvidar a los facilitadores ideológicos de este nuevo (que no será el último) atentado terrorista de factura islamista y que, curiosamente, se produce en pre-campaña electoral.
Seamos claros: aquellos que defienden una política fronteras abiertas han facilitado ideológicamente el atentado de ayer. Aquellos que defienden la contemporización con el islam han facilitado ideológicamente el asesinato del sacristán Diego Valencia y el brutal ataque sufrido por el párroco y los fieles de Nuestra Señora de La Palma. Aquellos que niegan la España católica son también facilitadores ideológicos del yihadismo. Aquellos que repiten el mantra de que se trata de un «hecho aislado» o minimizan la responsabilidad del terrorista alegando que sufre «trastornos mentales» son, sin duda, facilitadores ideológicos de la extensión de la yihad. Aquellos que niegan la gloriosa Reconquista iniciada por Don Pelayo y que mienten de manera deliverada y subvencionada presentando Al Ándalus como un supuesto «ejemplo» de «convivencia entre varias culturas» son facilitadores ideológicos del expansionismo musulmán. Aquellos que llaman a evitar la «islamofobia» y apelan a un falso «pacifismo» (que no es otra cosa que la rendición y la claudicación más miserable) cuando el yihadismo actúa son, por supuesto, facilitadores ideológicos del mismo.
Ayer, Yasin Kanza fue quien empuñó la antigua cimitarra reconvertida hoy en un machete. Pero, desde un punto de vista ideológico, Kanza no actuó solo. Hay demasiados Don Julián en la España de hoy.
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