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Ursula von der Leyen anuncia que sucederá a… Ursula von der Leyen


Stéphane Buffetaut | 25/02/2024

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Ursula von der Leyen ha anunciado que desea sucederse a sí misma como presidenta de la Comisión Europea. En realidad, era un secreto a voces, aunque al parecer la señora había estado considerando la secretaría general de la OTAN. Pero ni su celo atlantista ni sus proezas como ex-ministra alemana de Defensa podían garantizar el éxito de esta ambición. Lo mismo ocurrirá con la Comisión. Pero el camino está empedrado de etapas que podrían resultar igual de escollos.

Es cierto que la CDU alemana ha designado por unanimidad a Ursula como su candidata, como anunció su presidente Friedrich Merz el 19 de febrero. Se trata de un primer paso bastante sencillo. El segundo es el Congreso del Partido Popular Europeo, cuyo objetivo es «fundar una Unión Europea federal» (estatutos del PPE) y al que pertenecen los eurodiputados de Los Republicanos franceses. Se celebrará en Bucarest los días 6 y 7 de marzo. Por el momento, la señora von der Leyen es la única candidata y no parece haber dudas de que será nombrada «Spitzenkanditatin». Pero el proceso de nombramiento no acaba aquí.

Corresponde al Consejo Europeo proponer al candidato a presidente de la Comisión «teniendo en cuenta el resultado de las elecciones europeas». La señora von der Leyen ha molestado mucho a algunos Jefes de Estado o de Gobierno al adoptar posiciones diplomáticas o estratégicas que no son competencia de la Comisión. Del mismo modo, la acumulación de nuevas normas y obligaciones impuestas a los ciudadanos europeos en nombre del «Pacto Verde» ha exasperado a muchos de ellos. La buena fortuna de la presidenta saliente radica en gran medida en la renuncia de los miembros del Consejo que, a falta de algo mejor, apoyarían su candidatura, nombramiento realizado, además, por mayoría cualificada. Sin embargo, en Bruselas circulan los nombres de Christine Lagarde y Mario Draghi.

Queda un obstáculo importante: el resultado de las elecciones europeas. Todos los sondeos predicen un aumento del apoyo a la derecha soberanista en Europa. Hace cinco años, la señora von der Leyen fue elegida por una estrecha mayoría de 9 votos. Por tanto, corremos el riesgo de encontrarnos con la siguiente paradoja: para ser elegida por un Parlamento Europeo más a la derecha que antes, ¡Ursula tendrá que inclinarse aún más a la izquierda del mismo! Está claro que la Unión Europea y la democracia no se llevan bien. La futura legislatura será probablemente caótica, sobre todo si los soberanistas tienen la inteligencia de unirse para formar un solo grupo parlamentario.

La señora von der Leyen, fiel a su tropismo imperial, ha propuesto la creación de un puesto de comisario europeo de Defensa, un ámbito que, conviene recordar, no pertenece a la Unión Europea. Para tranquilizar a las capitales de la Unión Europea, precisó que pensaba «en la base industrial» de la defensa. Se trata de la habitual «ambigüedad constructiva» de la Comisión, una política de pequeños pasos que consiste en apoderarse progresivamente de todos los poderes soberanos de los Estados miembros, con el fin de crear un superestado europeo que sustituya de facto a los Estados nacionales.

En Francia, la candidatura del presidente saliente coloca a Los Republicanos galos en una posición tan delicada como ambigua. François-Xavier Bellamy ha anunciado: «No la apoyaremos… porque creemos que su trayectoria no está a la altura de lo que Europa espera hoy». ¿Es pensable que los eurodiputados republicanos, miembros del PPE, no apoyen al candidato designado por el PPE para el gran acto político de nombrar al presidente de la Comisión? «La ambigüedad sólo puede superarse en detrimento propio», escribió el Cardenal de Retz…

Nota: Cortesía de Boulevard Voltaire